
Todo
eso son razones importantes para limitar el tiempo que pasamos delante de la
pantalla, pero estudios recientes han revelado que también hay una serie de
consecuencias fisiológicas, físicas y psicológicas en las personas que están
hiperconectadas a diario.
Hoy he leído que existen encuestas de cuantas veces miramos el teléfono al día, me acabo de dar cuenta que lo hago, demasiadas veces y muchas para nada, dice la encuesta que lo miramos unas 150 veces al día, piensa cuantas veces lo miras tú?...estamos
hablando de mucha gente con acceso constante al email, redes sociales,
mensajería instantánea… No todos ellos sufrirán las consecuencias negativas que
os cuento pero la necesidad de comprobar tu teléfono “sólo una vez más,
rapidito…” es obviamente difícil de resistir. De hecho, la mayoría de la gente
ni siquiera intenta resistirla, porque estar conectado y alerta de todo en todo
momento puede ser algo bueno, ¿no?. Pero cuando suena un Whatssap, corres a leerlo, dejas todo por ello, si mandas uno, esperas impaciente contestación, si no te contesta, le mandas otro, al tercero le mandas uno diciendo que "que pasa que no me contestas"... cuando por fin hablas con el receptor le dices que lo has leído y has pasado de ello, encima le echas la bronca....Coño, los dos signos que aparecen, son de enviado y recibido, ¡¡PERO NO LEIDO!!. quien no ha tenido broncas por esto!!!!
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Reunión de amigos socializando |
Vamos
a ver algunas de las posibles consecuencias:
Cuello
whatsappero
Cuando la mayoría de
personas usa su smartphone u otro dispositivo, inclinan su cabeza hacia
delante y doblan el cuello. Parece inofensivo y natural, pero pone una
gran cantidad de estrés en las vértebras (una cabeza humana es muy grande y
pesada) que se acumula con el tiempo.
Espalda
CandyCrush
También llamada “Gameboy
Back” pero ese término está algo obsoleto. Niños y adultos que juegan
frecuentemente en sus smartphones y tablets someten su espina torácica a una flexión prolongada.
Es parecido
a lo que digo en el apartado anterior pero en lugar de escribir un mensaje
rápido, estás jugando durante varios minutos o a veces horas. Esto puede
causar que tu espalda siga el camino de tu cabeza y acabe curvándose,
produciéndose cifosis en algunos casos. Los niños son especialmente
vulnerables. Aprovecho la ocasión para deciros que yo no juego al Candy Crush, ni a ningún juego de esos, NO ME MANDEIS INVITACIONES!!!!!!!
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Este chico va por el nivel 395 del Candy Crush |
Garra
whatsappera
Las manos humanas son
increíbles. Nos permiten manipular y crear miles de herramientas complejas,
contar historias usando lenguaje de signos o escribiendo, tocar instrumentos,
levantar 200 kilos, cuidar a nuestros seres queridos o partir un listín
telefónico en dos. Hacen muchas cosas, pero si mandamos whatsapps cientos de
veces al día o escribimos emails enteros usando nuestros pulgares, sometemos
a nuestras manos a las mismas torsiones una y otra y otra vez y corremos el
riesgo de lesiones en los tendondes. Desafortunadamente, la garra whatsapp
no es tan útil e intimidatoria como te estás imaginando. Es el tipo de garra que
dificulta tus tareas diarias y causa unos dolores intensos y repetitivos. Y ya están
dejando de ser casos aislados. Yo mismo me rompí la muñeca hace años y me escayolaron, no llegaba a poder coger bien el mando de la play Station y me lime la escayola, lo necesario para poder controlar bien el mando....
Whatsappeos
sonámbulos
Mandar mensajes mientras
duermes se ha convertido en un fenómeno real. Personas que cogen el móvil en mitad
de la noche, medio dormidos y responden como pueden mensajes que luego no
recuerdan al despertar. Esto provoca un sueño irregular y estropea los
ciclos de sueño. Además también muestra la dependencia que tienen estas
personas. Que estés durmiendo y suene un whatssap a las tres de la madrugada, lo hayas escuchado y estés planteándote abrir los ojos para leerlo, que despiertes una mañana y lo primero que hagas es mirar el móvil.
Vibración
fantasma
Es la sensación de que
acabas de notar que el móvil vibró, o que has escuchado el sonido, o que has
visto la lucecita encendida, cuando en realidad no ha pasado. ¿Peligroso?
No, pero es un poco alarmante que tu mente te haga estos trucos. De momento solo
se plantean qué consecuencias en la biología del cerebro tiene este fenómeno,
pero de nuevo
se muestra nuestra dependencia de estos aparatos que hace que nuestro cerebro
esté constantemente buscando oír, ver o sentir la señal de que nos ha llegado un
nuevo mensajito. Nos lo imaginamos.
Adicción a
internet
Después de ser reconocido
por los investigadores, el síndrome de adicción a internet está
siendo objeto de nuevas investigaciones. Se ven claramente los síntomas clásicos
de las adicciones, recibir un “like” en el Facebook da al enfermo una recompensa
de dopamina, se ven las mismas anormalidades neurobiológicas que en otras
adicciones.
Los adolescentes con
adicción a internet, por ejemplo, tiene una activación elevada del sistema
nervioso simpático, con menor movilidad en el ritmo cardiaco. Incluso ya ha aparecido
el primer programa de rehabilitación para adictos a internet, que ya no sabemos que hacer sin él. Donde están los niños que antes llenaban los parques y campos de futbol???... respuesta: en casa, pegados al ordenador y quitándoles el móvil al padre. (IRIS!!!!, ni se te ocurra, volver a cogerme el teléfono)... que tengo el whatssap, lleno de mensajitos de tus amigas...que tienes 11 años.-
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Viviendo la vida intensamente |
Depresión
A primera vista uno diría
que mirar el Facebook, mandar Whatsapp, leer emails y compartir fotos significa
que estamos socializando con otros humanos, pero la realidad es que estas
actividades llevadas al extremo sólo nos hacen sentirnos menos conectados con la
gente real. De hecho, cuanto más frecuentemente usas las redes sociales o
compruebas tu móvil, más probable es que declares sentirte triste, deprimido y
solo. Un estudio reciente en personas de mediana edad mostró que el uso de
Facebook predice un empeoramiento en el bienestar subjetivo, mientras que el
contacto “directo” con otras personas no. Algunos médicos se atreven a llamarlo
“depresión del Facebook”. Cuantas veces mandamos un mensaje de texto o un whatssap, en vez de llamar a alguien y felicitarle por su cumpleaños, ya no hay contacto, solo mensajes y con eso nos sentimos más felices.
Además de todas estas
consecuencias físicas y fisiológicas, también nos estamos perdiendo el resto de
cosas que mencioné al principio: las conversaciones, risas, todo lo que ocurre
en nuestro día a día delante de nuestras narices mientras estamos mirando la
pantalla.
Por su puesto yo no escapo
totalmente a esto, tengo un iPhone que uso a diario, ordenador y cuenta de
Facebook ya que son herramientas increíblemente poderosas que si se usan
correctamente pueden mejorar tu calidad de vida y tu trabajo. Además saber las
posibles consecuencias negativas nos ayuda a escapar de
ellas. Además de que si no lo tienes, eres un bicho raro.
Hoy cuando vayas en el metro, autobús ó andando, mira a tu alrededor y ya me dirás si no es verdad que ya no hay miradas cruzadas, nadie habla con nadie, todos están pendientes de su Smartphone, controla a alguien que tengas a la vista y cuenta cuantas veces mira el móvil, solo por eso, por mirar si tiene actualizaciones.... pero si hasta en el gimnasio, que tendría que ser un club social, la gente ya se lleva el móvil se pone los cascos y no quiere saber nada de nadie, se lo ponen hasta en la cinta de correr, que un día va a haber una desgracia, cada vez que utilizan una maquina, mirada al móvil, unas repeticiones de bíceps, miradita al móvil, un sorbo de agua, miran el móvil, hasta en medio de la clase de Spinning tienen el teléfono, ¿para qué?, respuesta: hay, por si me mandan un whatssap ó me llama alguien.....
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Carpe Diem |
Para mejorar esto puedes colocar la pantalla más
cerca del nivel de los ojos, para no tener que mover la cabeza ni doblar el
cuello o la espalda. No usar siempre el dedo gordo y descansar nuestras manos,
no dormir al lado de nuestro móvil. En cuanto a la depresión y la adicción a
internet estamos hablando de problemas más serios y sin respuesta fácil. No es
tan simple como “parar y ya está” o “aflojar un poco”, igual que no es realista
decirle a un fumador que simplemente pare de fumar. En próximos artículos
veremos estrategias para pasar menos tiempo conectado pero aquí les dejo algunos
consejos rápidos:
- Borrar la aplicación de Facebook (o cualquier otra a la que estés enganchado) del móvil. Así sólo la podrás usar cuando enciendas el ordenador
- Llama en lugar de mandar 20 whatsapps consecutivos. Actualmente mucha gente tiene tarifa plana, minutos ilimitados etc. Por lo que la gratuidad del whatsapp cada vez es menos importante. Pero cuidado con cobrarlo!!!. Porque somos capaces de hacer una manifestación por que cobran el whatssap, el paro, el terrorismo, la crisis y la clase política, nos da igual, pero el whatssap????, ni tocarlo.
- Ponte un horario. Por ejemplo sólo comprobar el móvil una vez cada hora. Sólo mirar el Facebook una vez a la semana etc. Y durante un tiempo limitado, 20 minutos por ejemplo.
- Busca algo que hacer. Esto es importante. Una de las principales razones por las que nos quedamos delante de la pantalla es para evitar hacer otras cosas. Nos falta algo y no estamos cómodos reconociéndolo, por lo que prefieres evadirte con el móvil. Puede ser un amigo al que no has llamado, una historia que no has escrito, una factura que tienes que pagar, un currículum que tienes que poner, una pesa que tienes que levantar. Busca cosas que hacer y una dirección en la vida, ya sea cosas importantes o cosas del día a día.
- Evita ser alguien que lo más interesante que tiene que ofrecer en su Facebook es una foto de lo último que comió. Mejor ser alguien que tiene muchísimas cosas interesantes que podría publicar pero que ni siquiera pierde tiempo actualizando su perfil.
- ¡¡¡ Joder, cómprate una bici y sal a ver el mundo!!!.