martes, 8 de julio de 2014

II Triatlón Bola del Mundo



  

     Dos días han pasado desde que crucé la linea de meta del Triatlón de la Bola del Mundo, dos días llevan mis piernas doloridas, dos días lleva mi cuerpo pidiéndome que me siente y descanse, dos días en los que no ha pasado ni un segundo sin que recuerde lo que he sufrido, lo mal que lo he pasado, el daño que me he echo físicamente, dos días llevo pensando en el momento que crucé la meta, sí, ha sido muy duro, quizás demasiado para lo que podía aguantar, desde que me propuse hacerlo, siempre he pensado que sería capaz de acabarlo, bien, como cualquier otro, sin más problemas que los normales de tiempo y esfuerzo, que equivocado estaba, esta prueba se aleja mucho de cualquier otra que haya, los organizadores han buscado rizar aún más el rizo de la locura y han programado un triatlón que lo denominan "el más bestia", no es un triatlón normal, es "bestial"... seguramente si hubiese sabido desde un principio donde me iba a meter, nunca me hubiese apuntado, solo sabia donde me metía, hasta el puerto de Navacerrada, más concretamente hasta la barrera del teleférico, ese era mi limite, a partir de ahí no sabia nada de nada, a partir de ahí, empezaba el verdadero calvario de este triatlón, a partir de ahí, empezaba el sufrimiento, no recuerdo haber sufrido tanto haciendo deporte, en mis cuarenta años de vida,... hoy, dos días después de haber cruzado la linea de meta, lo pienso y aún no creo que haya sido capaz de terminar, no pienso en lo que e echo, de momento dos días después, me duelen las piernas.-

          Pero todo este sufrimiento a merecido la pena, a merecido muchísimo la pena, sin quererlo, me he demostrado que soy capaz de hacer lo que me proponga, con esfuerzo, voy a recordar toda mi vida este triatlón, no creo que haya nunca, ninguno que se le asemeje, tampoco creo que vuelva a hacerlo, por lo menos en un par de años, he echo la mejor natación de todas en un 1.500, con un tiempo de 28 min, que para mi es espectacular y salí bastante entero del agua, no notaba que estuviese cansado, también a sido el día que más rápido he subido Navacerrada y aunque la subida a la Bola, tuve que poner el pié a tierra en dos ocasiones y hacer la subida del 18% y las "ESES" del 22%, andando porque son verdaderas paredes, teniendo en cuenta que peso 102 kg y mi bici casi 14 kg, me doy tremendamente por satisfecho, increíblemente satisfecho, recuerdo que cuando llegué a la transición "T2",  apoye la cabeza en el manillar de la bici intentando recuperar el aliento y miré hacia atrás, era la única vez que lo hice en toda la carrera, quería ver hasta donde había sido capaz de subir, fue increíble....creo que hay lloré.

          La carrera a pie acabó conmigo de todas los formas posibles, me superó totalmente, no soy capaz de definir aquello, no soy capaz de asimilar tanto dolor de piernas, nunca vi temblar mis piernas tanto, nunca había sentido los cuadriceps, los femorales y los gemelos, tanto..... como aquella mañana, sentado en la cota más alta de Cabeza de Hierro, me senté porque mi cuerpo no podía más, me senté a sentir la llamada de mi cuerpo para que parará ya, porque se rompía, me puse las manos en la cabeza y pensé lo que estaba haciendo, era tremendo.. y va el tipo del avituallamiento y me dice, "ala machote, que ahora tienes que volver" y me hace una foto cuando me pongo en pié, me puse a observar mi alrededor, la belleza del terreno, las vistas espectaculares que hay allí arriba, nunca había estado allí, es grandioso. El camino de vuelta no quiero ni acordarme de él, porque aunque intenté correr en todo momento, no podía más, se me hizo eterno, tardé dos horas y cuarto en hacer, los diez kilómetros de trail, el último kilómetro si que corrí, pasaba justo por debajo del repetidor de la Bola, ese mismo repetidor que veo todos los días, cuando voy al trabajo, ese mismo repetidor al que siempre le hablo desde la distancia y le digo que yo voy a subir hasta allí, y ahí estaba, a su lado, con los mayores dolores que jamás había sentido... y corrí, no quise ni mirarlo mucho, tenia que acabar la carrera... un hombre me aplaudió al pasar a su lado y me pregunto si estaba haciendo el recorrido largo o el corto, me paré a su lado y le dije, "el larguísimo, estoy haciendo el larguísimo"... se echo a reír y dándome una palmadita en la espalda me dijo "eres un campeón"... agache la cabeza y comencé a correr cuesta abajo, viendo la meta al final de la bajada, bajada que acabó de reventarme las piernas y acentuó un dolor de espalda, que llevaba sumamente tensa, eso sí, al cruzar la meta, levante los brazos, porque como me dijo ese hombre en el camino     "soy un campeón".-

          Gracias, mil gracias a Álvaro y Nacho, mis grandes compañeros de equipo, ellos acabaron antes que yo, sois una makinas, es increíble lo que habéis logrado, algún día os daré guerra en carrera.-

          Gracias, mil gracias Víctor, por tus ánimos, y consuelo, escuchaba todo lo que me decías, ni te imaginas lo bien que me venia escucharte animarme, tenemos que hacer una excursión allí arriba.-

          GRACIAS CHARO, SIN TI, NO HUBIESE PODIDO HACER ESTO, SIN DUDA TE DEDICO EL TRIUNFO DE HABER ACABADO COMO UN CAMPEÓN.








El lema de este triatlón es "sangre, sudor y lagrimas.. y unos días sin sentir las piernas", yo las siento, llevo dos días sintiéndolas... me duelen, estoy muy cansado, pero ha merecido la pena, soy FINISHER, en uno de los triatlones más duros que hay..... Ole yo!!!!!.-



2 comentarios:

  1. ENORME Javi, tu mismo te lo has dicho, con esfuerzo y constancia se consigue lo que uno se propone. ENHORABUENA, muy grande. Imposible is nothing

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  2. Buena crónica compañero! He corrido las dos ediciones y pienso volver al año que viene. Tenemos suerte de tener este triatlón aquí en Madrid. Es duro, durísimo, y sólo con mucho valor se consigue llegar a meta. Enhorabuena!

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